LE CORTARON EL DEDO Y VOLVIO A LA VIDA
Daisy Clark había estado en coma durante más de un mes cuando el médico dijo que finalmente había muerto. Fue enterrada en un fresco día de verano en un pequeño cementerio a un kilómetro y medio de su casa. “Que descanse siempre en paz”, dijo su marido. Pero no lo hizo. A última hora de la noche, un ladrón de tumbas con una pala y una linterna comenzó a desenterrarla. Como la tierra seguía estando suelda, llegó rápidamente al ataúd y lo abrió. Su presentimiento era cierto. Daisy había sido enterrada portando dos valiosos anillos: un anillo de bodas con un diamante y un anillo con un rubí que brillaba como si estuviera vivo. El ladrón se arrodilló y extendió sus manos dentro del ataúd para arrebatar los anillos, pero estaban totalmente adheridos a sus dedos. Así que decidió que la única manera de hacerse con ellos era cortando los dedos con un cuchillo. Pero cuando cuando cortó el dedo con la alianza, este comenzó a sangrar, y Daisy Clark comenzó a moverse. ¡De repente, ella se sentó!